Cuento Viajero

El collage de los recuerdos, la escritura automática basada en la estructura profunda de la memoria, esa región inexplorada de nuestros sueños. De esa sustancia hizo T.S. Eliot el poema que es, probablemente, la mejor definición poética de nuestro tiempo: The Waste Land (1922).
En ese camino del collage literario o de la escritura automática se fraguó el “cadáver exquisito”. ¿Qué es el cadáver exquisito? Es una técnica de redacción inventada por los escritores surrealistas en 1925, que consistía en que un jugador escribiera una frase u oración en un papel, lo doblara para que no pudiera verse y se lo pasaba al siguiente jugador que a su vez escribía algo. Y así sucesivamente: el resultado era un caleidoscopio literario que formaba frases o palabras de relación tan sorprendente como la que daba nombre al juego: alguien había escrito “un cadáver” y el siguiente jugador lo había adjetivado con “exquisito”.
Este precioso librito que el lector tiene en sus manos es la sublimación de ese juego. Una narración hecha por muchas plumas no profesionales que, para nuestra sorpresa, fluye maravillosamente y vuela en alas de la más potente imaginación hasta conformar una novelita de altos vuelos poéticos e imaginativos.
Juan Eslava Galán